Rafeket
- danielsacchero
- 11 nov
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 16 nov
(En Hebreo, flor del cyclamen)
Penumbra y oscuridad.
Penumbra y oscuridad.
Lámparas incandescentes en los corredores
cuatro paredes y una puerta de hierro
debajo de la superficie,
afuera nadie nos puede oír,
un hedor de pis y mierda y transpiración se pega al aire.
¿Cuándo fue la última vez que caminé en el aire fresco?
¿Cuándo fue la última vez que vi la luz del sol?
¿Cuándo fue la última vez que vi mi familia?
¿Qué es de mi esposa, de mis hijos?
¿Qué hice para estar aquí?
Mi cuerpo se deteriora,
me está dejando de a poco,
pierdo mis palabras, mis memorias,
el tiempo pasa
sin distinguir un minuto de otro,
¿Qué hice para estar aquí?
¿Sabe mi familia que estoy vivo?
¿Está mi familia todavía viva?
Una cámara de seguridad me vigila
mis pulmones luchan por respirar
un oscuridad envuelta en luz eléctrica
oscuridad en los gritos de los carceleros
oscuridad en mi mente.
¿Qué hice para estar aquí?
No escucho mis propias palabras
como espectros
no nos dejan hablar entre nosotros
¿Qué fue lo que hice?
Son animales.
Terroristas.
No tienen derecho a estar en nuestra tierra.
Somos diferentes, no los queremos aquí, no son parte de nosotros.
Tenemos miles de años de religión, libros sagrados,
ceremonias, lideres autoritarios, sabemos cómo sobrevivir,
estábamos diseminados por el mundo y volvimos,
Tenemos tecnologías de avanzada, poderosas armas.
Estamos preparados y esta es ahora nuestra tierra,
pero estos son lacras, animales,
tienen que ser encerrados,
desaparecidos de sus tribus,
destrozados, golpeados hasta que se rindan,
hay que enseñarles, que esta tierra no es de ellos, que son nada,
que no tienen futuro,
que se tienen que ir y nunca volver.
No me mires, en el piso, no hables,
a nadie le importas.
Hora tras hora, día tras día
este es mi trabajo,
no es una cárcel subterránea,
están aquí por su propia seguridad.
4 de la tarde. Termino mi trabajo y veo el sol bajando.
Me voy a casa. Mi esposa y mi hija me esperan.
Acostado en el suelo silencioso,
sueño con mis hijos y mi esposa.
¿Qué hice para estar aquí?
¿Adónde estoy?
Las paredes me dicen que hay otros aquí conmigo.
¿Quiénes son? ¿Los conozco?
¿Son mis hermanos, mis hermanas?
No veo colores en esta penumbra, en esta oscuridad,
recuerdo la maceta de terracota junto a la ventana que da al este,
con su fértil tierra, sus raíces como plumas, su delicada flor del invierno
año tras año.
¿Saldré alguna vez de aquí?
¿Podré volver abrazar a mis hijos, mi esposa, mi familia?
¿Podré ver el sol y sentir el viento?
11 November 2025
Palestina, el genocidio que nunca termina.


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