Pablo Grillo

Hoy leo con preocupación, tristeza  y mucha bronca las secuelas de la terrible represión desatada por el infame gobierno argentino y la violenta ministra Bullrich en la marcha de los jubilados.

Reprimieron a los abuelos y a la gente que los apoyaron, detuvieron más de un centenar de personas por reunirse a ejercitar su libertad de protesta. Las fuerzas de la represión gubernamental plantaron armas, dejaron patrulleros abiertos con las llaves puestas y sin efectivos  y provocaron disturbios en todo momento. Atacaron con fuerza desmedida a los manifestantes.

Lastimaron abuelos y niños que salían de las escuela, torturaron jóvenes detenidos por horas sin acceso a agua o baños, hacinados en camiones de la policía federal. 

En este momento el reportero gráfico Pablo Grillo (un fotógrafo que estaba registrando los sucesos) lucha por su vida en el hospital. Fue impactado por una granada de gas lacrimógeno que fue apuntada hacia él, en contra de todas las reglas de uso.

El Gobierno y su Ministra mintieron en los medios amigos tratando de justificar lo injustificable. Los conocemos, son todo lo opuesto a lo que dicen ser.  Son violentos y malvados, no les importa el prójimo.